viernes, 23 de agosto de 2013


Hoy nos volvemos a mover, vamos directos a nuestro cuarto destino: la isla de Ulleungdo.


 

Nos ha resultado bastante difícil poder visitar esta isla por tema de reservas. 

Ulleungdo es una isla que se encuentra en el Mar de Japón a unos 120 km al este de la costa coreana. La isla cuenta con unos 10.000 habitantes y es la isla más grande de las 44 que conforman el Condado de Ulleung. La segunda isla en importancia, aunque deshabitada, es Dokdo (llamadas también Rocas de Liancourt), reclamada por Japón.

Este conflicto con Japón, además de sus ecosistemas, es la principal atracción turística para los Japoneses que llenan la isla en el mes de agosto. La actividad económica más importantes es la derivada de los caladeros de sepia y calamar, motivo de fama en todo el país y un gran aliciente de reclamo por parte de Japón. Vamos, el "perejil" coreano 

Ulleungdo y Dokdo han sido incluidas en 2011 dentro de la lista de las 10 mejores islas secretas según lonely planet (enlace) y el gobierno coreano las incluye como uno de los diez sitios ecoturísticos más importantes del país  (enlace).

Os dejo un poco de información de estas islas:







Para poder ir a Ulleungdo hay que coger un Ferry. Se puede coger desde Mukho (Donghae) o Pohang. En la oficina de turismo de Gangneung nos comentó que también salen desde esa ciudad, aunque no encuentras esta información por la web. 

Nosotros, por nuestra ruta, decidimos ir desde Mukho. Mukho es una pequeña población que está muy próxima a Donghae, por lo que en algunos sitios verás que salen desde Donghae en lugar de Mukho.

En la página de visitkorea, vimos los horarios y tarifas de estos ferries pero son del 2008 

Fuente: http://www.visitkorea.or.kr/spa/TR/TR_SP_3_3.jsp?cid=625680

Algo más actualizada puede ser la página oficial de Dokdo. Necesitas previamente llegar a Ulleungdo para poder visitar esta isla.

Fuente: http://en.dokdo.go.kr/korean_dokdo_visit_dokdo.do

La reserva se puede hacer a través de la web de la empresa de Ferries http://www.daea.com/, pero está únicamente en coreano. También puedes hacer la reserva por teléfono, pero lo vemos complicado 

Nosotros preguntamos en la Oficina de Turismo de Corea del Sur de París si nos podían hacer la reserva y nos contestaron que antes lo hacían pero ahora ya no.

Sí te lo pueden hacer desde una Oficina de Turismo cuando estés en Corea. Pero en el mes de agosto es muy complicado tener plazas libres, necesitas reservar con al menos 2 semanas de antelación... grrrrr 

Tuvimos la suerte que un compañero de trabajo nos puso en contacto con un amigo americano que conoció en otro viaje y que esta afincado en Corea. Tuvo la amabilidad de hacernos la reserva desde ahí (y adelantar la pasta ... que no es poco). Amigos de amigos como éstos no hay muchos sueltos, pero cuando los hay se agradece enormemente 

Teníamos reserva para salir el 23 de agosto a las 9:00h y la vuelta para el día 26 de agosto a las 17:30h.


Nos hizo un adelanto de 100.000 wones, unos 100 dólares. No nos dejó hacerle una transferencia y quedo pendiente de pago cuando nos viéramos en Suncheon....

El 17 de agosto, cuando ya estábamos por tierras coreanas, recibimos un mensaje de nuestro amigo avisando de cambios de horarios. En lugar de salir a las 9 h, salía a las 8 h, y en lugar de retornar a las 17:30h, volvía a las 13:00 h.

Con esto quiero dejar claro que los horarios pueden ser muy cambiantes. En nuestro caso no nos afectaba el temporal, pero ésta es una causa habitual de retrasos o anulaciones. Si podéis, preguntar la noche antes de la salida, bien por teléfóno (en la recepción de cualquier hotel están más que dispuestos a ayudarte con esta confirmación de salida) o bien acercarse a la terminal si es posible.

Para poder coger el ferry desde nuestro hotel, teníamos que coger previamente un tren que nos acercara hasta Mukho.



Miramos los horarios de trenes en la página de Korail:


El tren que mejor nos encajaba con nuestro horario de ferry era el de las 6:15h. El siguiente era muy justo, sobre todo si teníamos algún problema con la reserva.




Teníamos que bajarnos en la segunda parada. Teníamos poco menos de media hora de trayecto.


Y el precio del billete era de 2600 wones (menos de 2€)

Nos tuvimos que levantar muy pronto. No pudimos disfrutar del desayuno, por lo que el día anterior hicimos algunas compras para poder desayunar en el tren.

La estación de Gangneung está a menos de 10 minutos de nuestro hotel andando, por lo que hicimos el camino a pata con nuestros maletones. El suelo estaba algo mojado, había llovido por la noche pero cuando salimos del hotel ya no llovía. Cuando llegamos a la estación volvió a empezar a llover. Nos íbamos a tiempo 



Llegamos con tiempo para coger nuestros billetes.

 

El tren salía a las 6:15h, llegaba a la estación de Mukho a las 6:50h. Precio por persona: 2600 wones (no llega a 2€) y pudimos pagar con tarjeta. Todo perfecto 

Una cosa que no habíamos visto antes. Los andenes los tienen cerrados. Pocos minutos antes de la salida, nos permitieron acceder al andén para poder subir a nuestro tren. Había muchísima seguridad porque teníamos que atravesar varias vías. 

Desde la estación de tren hasta la terminal de ferries teníamos otro paseo de unos 10 minutos


En el tren desayunamos. Cuando estábamos a punto de llegar a nuestra parada, empezó a llover como si no hubiera llovido en todo el verano. Estamos en la época de lluvias, llevamos 9 días en Corea y todavía no nos habíamos mojado. Eso no puede ser... 

Bajamos del tren y en un minuto mal contado, nos empapamos hasta las cejas. Nos tapamos con nuestras capas pero no había forma de salir de la estación, llovía a mares. Esperamos unos 15 minutos pero todo seguía igual.

Al final nos decantamos por coger un taxi, el temporal era horrible, con muchísimo viento y agua. Vamos, lo habitual.

Aunque no os lo creáis, no había ni taxis. Tuvimos que esperar otro rato más hasta que apareció uno. Cuando llegamos a la terminal de Ferries, la parada de taxis, donde nos bajamos, estaba en medio de un enorme charco, bajamos como pudimos, con el agua hasta los tobillos y conseguimos entrar en la terminal. 

Nuestra carrera en taxi más corta, en apenas 5 minutos llegamos a la terminal (con un semáforo en rojo de unos 4 minutos) y 2800 wones (menos de 2€), la tarifa mínima.

Empapados hasta las trancas, pudimos quitarnos las capas de agua y acercarnos a la taquilla. No sé qué lío tenían pero tardaban la de San Quintín en atender a los clientes. Menos mal que íbamos con tiempo. 

Después de mucho rato, conseguimos sacar nuestros billetes. Como ya nos habían pagado 100.000 wones, únicamente tuvimos que pagar la diferencia: 11.000 wones.

El Ferry salía a las 8:20h.

El trayecto en ferry de ida costaba 55500 wones por persona. 

   

 Ya con un poco de tiempo, salimos de la terminal a esperar que nos dejaran subir al ferry.
 

Aunque estábamos en la calle, estábamos protegidos de la lluvia y ya no soplaba tanto aire.

 

Nos quitamos nuestras capas para secarnos un poco pero antes inmortalizamos el momento

 

En el ferry, pudimos tumbar nuestras maletas para que también se fueran secando.
 

Y aprovechamos para cambiarnos el calzado. Lo teníamos a mano 

En los ferries coreanos también hay plazas para ir sentado en el suelo... 

No teníamos claro lo que iba a tardar el trayecto, ya que no tenemos referencia del SunFlower2, pero entre las 2h20min y 3h. A tomarlo con calma 

Tienen un establecimiento de la marca Donuts en el ferry, por lo que desayunamos por segunda vez donuts (1700 wones - 1,15€) y café (3500 wones - 2,40€). Aquí no hay maquinas de café por 300 wones.


ISLA DE ULLEUNGDO

El Ferry llega al puerto de Dodong, perteneciente a Ulleung-eup


Fuente: http://www.ulleung.go.kr/English/page.htm?mnu_uid=593&
Fuente: http://www.ulleung.go.kr/English/page.htm?mnu_uid=633
A las 11:30 h estábamos acercándonos a la isla. Seguía lloviendo a mares

 

Pero justo antes de llegar a puerto, parecía que estaba aclarando

 

No existe terminal de ferries en Ulleungdo. Está en construcción. Por lo que pasas por medio de las obras para poder salir de ese cuello de botella de gente saliendo, gente esperando para entrar, coches, furgonetas, etc. ...

Una pequeña locura con un poco de agua 

Entre unas cosas y otras, a las 12:00 h nos encontrábamos en la plaza de Dodong. Había prácticamente dejado de llover.

 

Bueno, ahora toca buscar hotel.

Habíamos leído: " Al llegar al puerto, se recomienda pasar primero por el centro de informaciones turísticas, donde se puede obtener informaciones para planear su visita y hacer reservas, si es necesario. No todo el personal del centro de informaciones hablan idiomas extranjeros, pero estarán dispuestos a ayudar con mapas y gestos.".

El centro de información es una caseta en mitad de la plaza que tenía un cartelito en coreano y un teléfono. Vamos, cerrado a cal y canto. Pues a la aventura. 

Empezamos a subir por una de las calles principales preguntando por habitaciones libres. Era agosto, fin de semana ... malo. Preguntamos en un par de hoteles y no tenían libre para las tres noches que queríamos. 

La mayoría de los hoteles de la isla se concentran en esta zona de Dodong. Puedes irte a otras poblaciones de la isla pero son demasiado tranquilas.

Teníamos una lista de hoteles y moteles pero tampoco nos aportaban mucha información:


Encontramos un hotel de nuestro gusto, un poco caro, 80.000 wones por noche (54,5€), teniendo en cuenta que era de reciente construcción (no aparece en ningún listado de hoteles), que era temporada alta y encima fin de semana (los precios en Week-end casi siempre son más altos en Corea), pues no es para tanto.

Estábamos mojados, con nuestros maletones, recorriendo la calle cuesta arriba cuesta abajo, ya nos habían dicho en dos hoteles que no había habitaciones libres... en cuanto nos dijo que tenía libres la verdad es que lo que menos nos importaba era el precio. Más habíamos pagado en Seúl y en Gangneung... 


HOTEL OCEAN PARK


El Hotel está muy bien situado, en el centro de Dodong-ri, a apenas un minuto de la plaza de Dodong, donde hay bastante actividad todo el día. Los restaurantes y tiendas también están por esta zona.

 

Antes de llegar al hotel, hay un NH Bank dónde puedes cambiar dinero. 

 

Hay habitaciones occidentales pero son algo pequeñas. Una cosa que se me ha olvidado comentar con anterioridad. Las habitaciones se diferencian entre ondol y occidentales, las ondol son las de tipo coreano, las que duermes en el suelo. Ondol, en realidad, se refiere a un sistema de calefacción tradicional de Corea, como ya había hecho mención. Lo que se nos había pasado por alto comentar, que en todas las habitaciones, tanto occidentales como ondol, tienes una puerta de entrada que da a una especie de descansillo, dónde dejas tus zapatos y normalmente te dejan unas pantuflas de cortesía. Después, te encuentras ya con una segunda puerta que da acceso a la habitación. En el cuarto de baño, también te suelen dejar unas chanclas de cortesía.

Esto de descalzarse también se da en muchísimos restaurantes de Corea, sobre todo los más tradicionales. 

 

Todos los días, nos dejaban en el frigorífico las bebidas de cortesía, dos botellines de agua y dos latas de refrescos. Además, en el descansillo de cada piso, tienen un dispensador de agua fría y caliente.

La cama es occidental, aunque como nos vienen acostumbrando, con una especie de colcha como sabana encimera.

En la pared también tienen el gancho para poder hacer rapel por la fachada del hotel.

 

Y el cuarto de baño es como los de china. La ducha es el cuarto de baño completo. Es el primero que hemos visto en Corea pero también es algo bastante habitual. No todos son así. También tienen cuartos de baño occidentales. 

Las toallas, las dos chiquititas para secarte todo el cuerpo... 

La planta baja del hotel es un restaurante y la recepción está en el primer piso (... con ascensor...) 

Es un hotel muy cómodo y lo recomiendo. Nuevo, limpio, bien situado y buena atención. 

PASEO MARÍTIMO HAENGNAM

El día había despejado, eran algo más de la una del mediodía y decidimos explorar un poco la isla. Los dos símbolos de la isla representan dos de sus productos, famosos en todo Corea, que son: una calabaza (por sus caramelos de calabaza) y un calamar

 

Nos habíamos propuesto ir a la vecina población de Jeodong y para ello íbamos a ir andando por el paseo marítimo Haengnam.

 


El paseo empieza en la terminal de ferries. Como todo está en obras, nos fue un poco complicado encontrar el principio. Hay que subir por estas viejas escaleras de caracol y ya tá. 

 
El paseo bordea la orilla rocosa de la isla, mediante túneles, pasarelas y puentes 

 






Es una zona que está en rehabilitación, con carteles de obras pero que todo el mundo se los pasa por .... 

 


El camino te lo va indicando uno de los símbolos de la isla, el calamar 

 

En algunos momentos se adentra un poco más en la isla, con unos paisajes que a veces te hacen confundir con la más profunda selva... 

 


El primer punto turístico de este paseo, aparte del propio paseo, es el faro de Haengnam

 

En este punto encontramos un chico que por raro que pueda parecer, nos sonaba su cara... Se paró a hablar con nosotros en inglés y la verdad que el también nos había reconocido (creo que él lo tenía más fácil...). Habíamos coincidido en un autobús urbano cuando estábamos en el Parque Nacional de Odaesan, cerca de Gangneung... le extrañó mucho que estuviéramos en la isla, ya que no hay muchos occidentales que la visitan...

 


Cerca del faro hay un estupendo mirador desde el que puedes divisar Jeodong.

 



Avanzamos un poco más y cuando volvimos a acercanos al borde la la isla, se nos truncó la aventura. Un gran cartel de obras y unas vallas taponando la escalera que da acceso a la costa.

 

Veíamos sorprendidos como la mayoría de las personas que habían decidido hacer el mismo paseo, no se daban por conformes y saltaban la valla para continuar con su camino. Nosotros no podíamos ser menos 


Bajamos esta gran escalera no muy confiados. Aunque el camino estaba cortado antes de bajar por la escalera, la razón de las obras estaba más adelante. Este lado del paseo lo denominan Chotdaeam, por el nombre que se le da a la roca que esta al final del camino.

 

Pudimos pasar la zona de obras sin más preámbulos.

 

Y continuamos nuestro camino hacia Jeodong.

   

 Una de las muchas grandes aficiones de los coreanos, y también de los turistas japoneses, es la pesca

 

Desde el rompeolas Chotdaeam tienes vistas del faro de Haengnam.


La roca de Chotdaeam forma parte del propio rompeolas.

 

Y desde este punto tienes una vista frontal de Jeodong

 

Jeodong no es tan turística como Dodong y su principal actividad es la pesca. Es un buen sitio para ver la salida de los barcos que pescan calamares cuando empieza a oscurecer, haciendo que sus luces se vean desde la distancia. 

 




Jeodong tiene un importante mercado de pescado y, como por toda la isla, tienen los secaderos de calamares.

 


Todos los rompeolas de Corea, o por lo menos los que nosotros hemos visto hasta ahora, tiene un faro rojo a un lado y otro blanco al otro. Casi todos de una construcción más o menos reciente. 

 


Los coches de la policía nos llamaron la atención porque, aunque no se parecen, tienen unos colores muy parecidos a los nuestros 

 

Y la campaña del Barça por tierras coreanas también dan sus frutos vía merchandising 

 

Para volver a Dodong, la zona de nuestro hotel, cogimos un taxi. La mayoría de los taxis son 4x4. Seguramente por las grandes pendientes que hay por toda la isla.

La carrera nos costó 4000 wones (no llega a 3 euros).

Al llegar decidimos cenar el plato típico de Ulleung, el calamar, de fama nacional e incluso nacional.

 

En la calle de al lado de nuestro hotel encontramos este restaurante con mucha animación. La verdad que la isla estaba repleta de turistas y solo veías dos tipos de restaurantes, los que estaban repletos y los que estaban vacíos. Éste es uno de los pocos que está a medio camino, ni lleno ni vacío. Era de tipo occidental, no había que sentarse en el suelo ni tampoco descalzarse para entrar. 

 

Aunque la chica que nos atendió no sabía inglés, se hizo entender perfectamente con el traductor de su móvil. Le pedimos algo que no tuviera "molusco bivalvo" (ostras, almejas, navajas, mejillones, etc.) por la alergia y a poder ser, que tampoco fuera picante.

Ella nos rellenó la comanda, sin saber lo que nos iba a traer, y no tardó en servirnos. 

 

Lo que no falta en prácticamente ninguna comida es la sopa, el arroz y este repertorio de platillos. Ésto es lo que te ponen casi siempre como entrantes. Se llama “ banchan” (pronunciado también "panchan" para todos :oops:)

La verdad que, aunque la mitad picaban, estaban bastante buenos.    

 

También es muy típico que te prepares la comida en la mesa. La chica, al vernos con los ojos redondos, supuso de antemano que seríamos unos auténticos torpes, y falta de razón no tenía, por lo que se ofreció a prepararlo por nosotros... Nos salvó la campana 

 

Disfrutamos de la cena. Plato típico de la isla, un poquito picante, y unas birras, todo por 24000 wones (16€). Lo que sube algo la factura es la cerveza. En Corea, al igual que otros muchos países, siempre te ofrecen agua para las comidas y no es necesario que consumas ninguna consumición adicional, con lo cual suele ser bastante más económico.

Después de cenar, y con la buena noche que había quedado, decidimos dar una pequeña vuelta por la ciudad. 

Tiene especial animación la plaza. Tanto el viernes como el sábado estaba amenizada con un baile. Estamos prácticamente seguros que es algo muy típico de los meses de máxima afluencia. 

Les encanta, como más adelante lo volveremos a mencionar, el saxofón. Un saxofonista, con un pequeño sintetizador, amenizaba tanto a los turistas coreanos como a los japoneses. Nosotros no habíamos visto todavía ningún "ojos redondos" ni en el ferry ni en la isla... Nos sentíamos un poco raros. 

 

La verdad que poco a poco se iba animando. Aquí os dejamos una muestra. La caseta azul que se ve en la foto es la oficina de turismo de la isla. 



Este día habíamos madrugado mucho, nos habíamos calado hasta los huesos, habíamos estado bastantes horas de transportes, con las maletas de un lado para otro, habíamos dado un buen paseo y ya era hora de acostarnos 

 

Mañana será otro maravilloso día, sin dudas 

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