jueves, 5 de septiembre de 2013


Hoy vamos a gastar nuestro último día en Busan. Las visitas las vamos a hacer de norte a sur. Empezaremos por visitar el Templo Beomeosa. Después iremos a visitar el parque Geumgang , en la montaña Geumjeong.


Hay un sendero que une estos dos puntos, pero con el calor que está haciendo mejor lo hacemos en metro. Es una caminata de 4 horas. En este parque, subiremos en funicular y visitaremos la puerta sur de la fortaleza. Intentaremos encontrar un pequeño templo que se encuentra también en esta montaña. Ya veremos qué ocurre.

Finalmente nos iremos hacia la zona de nuestro hotel para visitar el parque Yongdusan y la torre de Busan, para tener vistas de toda esta gran urbe.
Acabaremos cenando por la zona del BIFF.

 


Información:



Templo Beomeosa (범어사): Visitkorea

Página oficial (inglés): Beomeo

Parque Geumgang: (금강공원): Visitkorea

Fortaleza de la montaña Geumjeong (금정산성)Visitkorea

Templo Seokbulsa (석불사): Dale's Korean Temple (inglés) , Lonely Planet (inglés)

Parque Yongdusan (용두산 공원): Visitkorea 


Templo Beomeosa (범어사)


Este hermoso templo es el más popular de Busan. Como está situado en la famosa montaña Geumjeongsan también es frecuentado por muchos trekkinistas. Intentaremos ir a primera hora para no encontrarnos con demasiada gente. Tenemos la suerte de que no es fin de semana.


Cómo llegar:


Cogeremos el metro hasta la estación de Beomeosa, salida 5 o 7. A 5 minutos andando está la parada del autobús 90 que nos dejará en la entrada del Templo.


Pues vamos allá !!!

Nos levantamos relativamente pronto, desayunamos algo y nos fuimos a la estación de metro de Nampo, muy cerca de nuestro hotel. Como es una estación de la línea 1 no tenemos que hacer trasbordo y después de un buen puñado de paradas llegamos a la estación de Beomeosa (1100 wones con nuestra T-Pass).


Cogimos la salida nº 7.


Al salir hay una tienda haciendo esquina con una máquina de café. Parada Técnica (300 wones). 


Luego nos dimos el paseo cuesta arriba hasta la parada de bus.


Es fácil encontrarla. Solo hay que seguir a la gente.

El bus nº 90 nos estaba esperando repleto de feligreses que iban al templo. Pagamos con nuestra T-Pass y nos cobraron 200 wones por ser un trasbordo.

El autobús hace un recorrido circular, por lo que hay que estar atentos para bajar.


Nosotros le enseñamos a la señora que teníamos al lado el papelito con el nombre del templo escrito en coreano (hangul) y nos indicó que ella se bajaba allí mediante señas, el idioma universal que nunca falla. 

En pocos minutos llegamos a nuestra parada.

Nada más bajar del autobús tienes la taquilla del Templo. Este templo es gratuito y en esta taquilla te ofrecen un folleto con información.

Para llegar al templo tienes un pequeño paseo que se hace muy agradable. Está a la sombra. 





Cuando llegamos eran algo más de las 10:00h. Hora punta. 













Al finalizar nuestra visita, en un gran pabellón, estaban celebrando una "misa" budista. Estaba a tope. 





Nos quedamos escuchando un poco y esta preciosa mariposa se nos encariño y no se soltaba de la mano. 


Ya era hora de ir hacia nuestra siguiente visita. Volvimos a coger el bus nº90 (1080 wones) y nos dejó dónde lo habíamos cogido para ir. Hicimos el paseo cuesta abajo de 5 minutos con una parada de café express (300 wones cada uno) y directamente al metro.



Parque Geumgang : (금강공원)


Este parque también está situado al pie de la Montaña Geumjeong, pero más al sur (el parque se extiende sobre 3 millones de metros cuadrados). Haalaaaaaaaaaa !!!!!!!

Para llegar seguimos las instrucciones de la Lonely Planet. Tomar la línea 1 de metro. 

Estábamos en ella. Ir hasta la parada de Oncheonjang, salir por la salida número 1, caminar hacia la izquierda y pasar por el paso elevado para peatones....

Pues no.

Hay un paso de peatones en la salida 3.





Y las indicaciones que venían en la guía no correspondían.


Nosotros dimos una vuelta más larga de lo normal para llegar y menos mal que paramos para preguntar, porque ya nos íbamos camino a Segovia. Más o menos así ...


Una vez que llegamos al borde del parque lo único que tuvimos que buscar era una entrada.






En el interior de este parque ya tienes indicaciones



Llegar hasta el cable car, teniendo en cuenta esta ruta "alternativa", nos llevó unos 40 minutos. Pero conseguimos llegar.


4000 wones por barba y nos suben un buen cacho.


Desde el funicular tienes algunas vistas. Una vez que llegas arriba, ná de ná. Todo tapado por árboles.


Encontramos un pequeño hueco desde el que conseguimos divisar una parte de Busan.



Y seguimos nuestras andanzas hasta la Puerta Sur de la fortaleza.


Unos 20-25 minutos nos costó llegar sin más pérdida de tiempo.






Templo Seokbulsa (석불사)

Una vez visitado, decidimos ir bajando y si de paso encontrábamos el templo Seokbulsa, pues mejor que mejor. Pero no teníamos muchas esperanzas y tampoco lo llevábamos muy preparado.

Nos guiamos únicamente con la Lonely Planet, que decía más o menos: "Es un templo difícil de encontrar, pero es una maravilla para la vista. El Templo Seokbulsa es una ermita excavada en la roca. Enormes rocas de 40 metros de altura sobresalen desde la ladera de la montaña para formar un enclave en forma de "U" dónde ahora se ha convertido en un lugar de culto. En el interior han sido grabadas enormes estatuas budistas... Desde la puerta Sur (남문 ) , seguir el camino hacia Mandeokchon ( 만덕 촌 ), que conduce a una zona de varios restaurante y canchas de voleibol (pueblo de Namman ( 남만 마을 )..." y bla, bla, bla.

Nosotros llegamos hasta allí, bajamos por un camino y cuando llegamos a una carretera preguntamos a un buen hombre por el templo. Ya no teníamos claro si teníamos que ir hacia la derecha o la izquierda. El buen hombre nos señaló a lo lejos las rocas que sobresalían del bosque. Ahí estaba el templo. Pues nada, carretera para arriba (hacia la derecha). Aunque la cuesta se iba empinando por momentos, el hecho de ver a tres coreanos subiendo y una con unos tacones de espanto, nos animó a subir a buen ritmo. Lo que no entiendo todavía es como pudieron llegar sanos y salvos esos tacones hasta arriba. 


Enseguida llegamos a este templo de "OBLIGADA" visita.














Nuestro recorrido más o menos fue éste:


Y entre unas cosas y otras nos costó una hora llegar.

Bajando nos encontramos con una zona de deportes y con esta mapa que se entendía bien poco, por lo menos nosotros. 


No teníamos ganas de volver a dar toda la vuelta a la montaña por lo que decidimos coger carretera para abajo y en la primera civilización que encontrásemos coger un taxi.

Pasamos por un par de huertas.


Y volvimos a ver el enclave del templo.


Eran ya las 16:30 y nos daba la impresión de que nos quedaba un largo paseo hasta poder encontrar un taxi. La verdad es que no sabíamos ni dónde estábamos.

En estos casos se agradece enormemente, no, infinitamente, la amabilidad coreana. El primer coche que pasó a nuestro lado, seguramente se diría para sí mismo: "qué coño están haciendo este par de guiris pardillos en mitad de la nada", pues nada, voy a parar. El hombre no sabía ni gota de inglés y nosotros ni gota de coreano, pero en cuanto empezamos a decir "Tube" "Underground" , "Metro" ... la palabra mágica fue "Metro" . Nos acercó a la parada de metro más cercana. Gracias a Dios (este buen hombre era cristiano … y no es broma ). Nos ahorró una buena caminata.

No recordamos muy bien la parada que era, pero pertenecía a la línea 3 y puede que fuese Mandeok según la imagen de google maps.


La curiosidad de esta parada es que tenemos que bajar desde el nivel B1 hasta el B9. Como comprenderéis, no merece la pena poner escaleras mecánicas, es mejor ascensor, sin duda alguna. Pagamos 1100 wones con la T-Pass y a la salida pagamos 200 wones adicionales por cambiar de línea.


Parque Yongdusan (용두산 공원)


Nuestra próxima visita estaba justo detrás de nuestro hotel. Volvemos a la estación de Nampo de la línea 1. Como estábamos en la 3, tuvimos que hacer trasbordo en Yeonsan.

Se encuentra ubicado en la cima de la montaña Seogheonsans. Los japoneses le dieron el nombre de Yongmisan (que viene de las palabras "mediano" y "montaña") y construyeron un templo sintoísta que denominaron Yogdusan, y de ahí viene su nombre actual.

En el parque se encuentran la estatua del general Yi Sun-shin, la torre conmemorativa de la revolución del 19 de abril (la torre de Busan), un reloj floral, etc.


En la estación de Nampo hay un puesto de pececillos que nos había llamado la atención desde nuestra llegada.


Y no pudimos evitar sucumbir a sus encantos. 8 pececillos por 2000 wones, mitad rellenos de chocolate y mitad rellenos de crema pastelera. Nos lo habíamos merecido. 


Tiramos calle arriba. En el camino te encuentras con unas señoras, generalmente bajo sombrillas, que ofrecen cambiar dólares, yenes y yuanes.


Subimos en menos de 10 minutos. Teníamos ganas de ver Busan desde lo alto.






Hasta me eché novia y todo. Un poco fría y callada, pero es lo que había. 


Pues nada, pá arriba vamos ...


... previo pago de 4000 wones por persona.




a verdad que las vistas son impresionantes y os podríamos aburrir con cientos de fotos... pero como queremos que nos sigáis visitando solo os ponemos una pequeña muestra. 






Otra vez en tierra firme, no podían faltar los miles y miles de candados puestos en las barandillas y un enorme corazón para la foto de rigor.



Ya habíamos cumplido las visitas del día y se nos había hecho de noche. Volvimos al BIFF (o también denominado PIFF). Hay que tener en cuenta la pronunciación coreana. BIFF lo pronuncian PIFF al igual que BUSAN lo pronuncian PUSAN.



Ésto es la versión coreana del teatro chino del Hollywood Boulevard. 


Curiosos hasta los maniquíes.


También te leen la mano por un módico precio. 


y cayó directamente en nuestro paladar otro de nuestros vicios.


Raviolis y demás (16 unidades) por 5000 wones. 


También degustamos 7 pulpitos por 2000 wones. 


Este puesto tenía mucho éxito. Luego los pasaban por algo que parecía sésamo.


El tamaño sí que importa ...




Finalmente acabamos nuestra cena con una buena ración de "Chicken" que menos mal que no picaban, no nos queremos imaginar cómo eran los picantes. Y eso que el buen hombre nos decía “no spicy, no spicy”.  5000 wones la ración (pero en cantidad).  


Y todo ello rebajado con una birra. El gato negro es lo de menos. 


Mañana nos vamos a Suncheon habiéndonos dejado Busan un muy buen sabor de boca. Una mezcla entre lo más moderno y lo más tradicional. Una ciudad realmente encantadora.

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